Cuando mis hijos me preguntan, –Papá, ¿tú de que trabajas? – Mi respuesta, al principio siempre fue muy vaga, abstracta o espesa tipo, “La preimpresión digital incluye el trabajo que se realiza después del diseño y antes de la impresión. Este trabajo es fundamental de cara al resultado final.

Con el paso del tiempo creo que he encontrado una respuesta que, al menos, los deja convencidos unos días y pueden entrar en las conversaciones de “Mi papá es…”.

–Cariño, el papá revisa, modifica y cambia los diseños que manda el cliente para que los compañeros y las máquinas, puedan fabricar lo que el cliente quiere. ­– les digo simplificando el tema.

–Y si te mandaran bien hechos los diseños ¿qué harías? – me pregunta el mayor.

–En un mundo ideal, en el que todo es perfecto, en un mundo sin hambre, sin guerra, sin enfermedad, sin crueldad y con artes finales perfectos, el papá no existiría– Y es triste, pero, es así.

Desde mi punto de vista, si el diseño viniera perfectamente preparado para su producción y el cliente introdujera los datos de su pedido en un software, los preimpresores pasaríamos a mejor vida.

Por suerte para mi hipoteca y para desgracia de mis hijos, que siguen sin tener muy claro de qué trabaja su padre, soy preimpresor y nos queda trabajo para largo. La preimpresión incluye por tanto una serie de trabajos técnicos, propios de la imprenta, que deben ser muy precisos para conseguir el mejor resultado y que, como el mundo es imperfecto, tienen que ajustar los preimpresores del mundo, haciéndolo así un poco mas perfecto.

En Mapubli nuestro departamento de preimpresión es uno de los motores de la empresa y por aquí pasan todos y cada uno de los trabajos que llegan a ver la luz. Somos la antesala de cualquier trabajo bien hecho y eso se plasma en la calidad y detalle cada producción que hacemos.

Si eres de esos que se animan a crear y después lo mandan a imprimir, déjanos que te demos 5 tips para que este mundo sea un poco mejor.

1. LO VEO Y NO LO CREO

“Eh que este no es el color que yo había pedido”

Si alguna os ha pasado de encontraros con un trabajo dónde el color no se parece en nada a lo que esperabais, que no cunda el pánico y mucho menos BUSQUEMOS CULPABLES, aquí entran en juego varias cosas que hay que tener en cuenta para conseguir el color que queremos:

  • CMYK Y RGB

    Son los perfiles de color por excelencia y los que más nos interesan en el momento de mantener la fidelidad de los colores en todas las etapas por los que el archivo pasa. ¡Ojito con ellos y cuales elegimos!

  • Configuración en los programas

    Existen estándares para que TODO EL MUNDO, incluido el apuntador, utilice la misma configuración y así no llevarnos sorpresas en el resultado de los colores. Muy sencillo, llama a tu impresor de confianza, que te pondrá con su preimpresor para indicarte lo adecuado.

  • ¿Me dejo algo?

    Hemos hecho check en lo más importante, pero si quieres subir de nivel te recomiendo que le eches un ojo a la calibración de los monitores, así como la temperatura de luz de tu lugar de trabajo.

Ilustración www.downgraf.com

2. EL TAMAÑO SÍ IMPORTA

“Empezar la casa por el tejado”



En esta ocasión es recomendable empezar por el final y saber tamaños máximos del producto y de las máquinas donde imprimiremos nuestro trabajo. A partir de ahí nos facilitará saber cómo tenemos que diseñar.

El tamaño del documento debe ser igual que el tamaño del corte final más sangre, algo muy obvio que a veces se olvida.

3. ¡CUIDADO QUE CORTA!

“Si hay un corte hay sangre”

Las líneas de corte, como su nombre indica, son las referencias que se tienen en cuenta en el momento de cortar un archivo, el espacio que se deja desde ahí al final del soporte, es el sangrado. Éste es utilizado para que cuando se realice el corte no se vea el borde blanco.

4. QUE CORRA EL AIRE

“Hay que respetar siempre el espacio personal”

Los márgenes son muy importantes y no hay que olvidarlos. Son aquellas líneas que marcan el espacio entre la información, texto o imagen de nuestro trabajo hasta la línea de corte en la parte exterior del papel.

5. TÁPESE EL OJO IZQUIERO… Y AHORA EL DERECHO

“Depende de cómo y donde veas tu imagen para elegir la resolución correcta”

Todo el mundo habrá escuchado o hecho ese comentario que cualquier preimpresor no querría oír: “¿Esa imagen se ve como pixelada?”

Debemos saber que hay resoluciones mínimas para que cualquier trabajo se vea bien.

Y alguna cosita más también hacemos

Recopilación de los originales, revisión, tratamiento de textos e imágenes, ensamblado de textos e imágenes, montaje de la forma impresora, obtención de la forma impresora, asesoramiento a impresión, asesoramiento a diseñadores y un largo etc. Nuestra función no va a ser solo de corregir los errores que nos encontremos por el camino sino de conseguir e intentar que nunca lleguen a darse.

Por eso la preimpresión nunca va a desaparecer, seguiremos trabajando para poder imprimir sin miedo a equivocarnos

Si aún así te queda alguna duda, simplemente contacta con nosotros.